Este proyecto de reforma es un claro ejemplo de los retos que se pueden encontrar durante el proceso de construcción y de la capacidad de resiliencia de nuestros técnicos para superarlos. Cuidar cada detalle de nuestras obras y llevarlas con mimo hasta obtener el resultado final, es nuestro objetivo principal desde la primera toma de contacto.
La esencia de esta actuación está centrada en el elemento más común de toda la vivienda: el suelo. Proyectada la retirada y nueva colocación de tarima flotante, se descubrió que bajo esa capa de parquet y cerámica de los años noventa, existía una exquisita baldosa hidráulica colocada en la construcción inicial del propio edificio. ¡Eureka!, habíamos dado con la clave para alcanzar los requisitos de partida de nuestro cliente: una vivienda dotada de alma y estilo propio.
Huyendo del estado inicial de esta vivienda, consistente en estancias lúgubres y recorridos llenos de melancolía, el objetivo principal era sacarle el máximo partido a la iluminación natural y conseguir un espacio moderno y cálido. De esta forma, el proyecto de actuación, se centra en un espacio principal diáfano conectando cocina, salón-comedor y hall de entrada, dando al espectador la sensación tanto de amplitud como de acogimiento, donde el suelo y la estructura metálica existente juegan el papel más importante.