A escasos 10 metros de la emblemática Gran vía, epicentro de Madrid, se encuentra este pequeño pero ordenado apartamento de 40 metros cuadrados, situado en la última planta de en un edificio de finales del siglo XX.
Se proyecto una reforma integral incluyendo distribución, instalaciones y carpinterías exteriores. Se plantearon una serie de distribuciones hasta decidirnos por la que tanto al cliente como a nosotros más nos convencía, un espacio diáfano y continuo que permitiera ampliar al máximo el espacio de la vivienda.
Durante la ejecución de la vivienda nos encontramos con una estructura de madera formada por 3 pies derechos, decidiendo restaurar dos de ellos, sustituyendo el que se encontraba en la mitad repartiendo los pesos a los dos pilares reforzados por la estructura de hierro.
El cliente quería rehabilitar el piso para su alquiler vacacional, por lo que la practicidad debía primar en todos sus espacios y un diseño característico para darle mayor visibilidad y rentabilidad a la inversión.
Proyectamos un baño amplio con alicatado de gresite llamativo a juego con la vivienda, grifería en negro, que genere contraste con los sanitarios y encimera de madera de Iroko que recuerde a los toques de madera que tiene la vivienda.